Sangre Latino corre por mis venas

Ontem passei o dia todo a criar um espaço meu em casa de la Mamma. Surprendi-me com a quantidade de coisas de que foi capaz trazer em duas malas de 26 kilos cada (com um ecrã 23 polegadas lá dentro), mais o morral com o computador e 5 discos duros e uma Wacom, mais um saco cheio de CDs mais um livro que estou a devorar (a Solidão dos Números Primos) (thanks Rita ;) mais o famoso 4 pares de calças e os tres casacos, e mais uns belos chocolates comprados no aeroporto. Na sala de espera para embarcar, a malta venezuelana toda tinha inmensas tralhas consigo: sacos de brinquedos gigantes, bolsos, etc etc. No avião as hospedeiras sofriam com a festa dos venezuelanos e o a vontade com que entravam por lá dentro como se fosse a sua casa, trazendo todo o que puderam trazer... a verdade é que eu faço parte do grupo.

Ayer pasé todo el dia creando mi espacio en casa de la Mamma. Me sorprendí al ver la cantidad de cosas que fui capaz de traer conmigo en dos maletas de 26 kilos cada una (con un pantalla de 23 pulgadas), mas el morral con el computador y 5 discos duros y una Wacom, mas una bolsa llena de CDs mas un libro que estoy devorando (La soledad de los Números Primos) (Gracias a Rita ;) mas el afamado 4 pares de pantalones y las tres chaquetas; además de unos bellos chocolates comprados en el aeropuerto. En la sala de espera para embarcar, los venezolanos tenian inmensas cosas con ellos: sacos con juguetes gigantes, bolsos, etc etc. Dentro del avión, las pobres aeromozas sufrían con la fiesta armada: todos estaban muy confortables trayendo y llevando sus pertenencias... por lo visto yo también hago parte de ese grupo.